Ana
María de Campos y Cubillán de Fuentes 02/04/1796 - 17/10/1828, mejor
conocida como Ana María Campos, natural de
La Villa Procera y levítica del Zulia, fue fundada el 8 de septiembre de
1529 como Villa de Altagracia por el alemán Ambrosio Alfinger, según lo
declara oficialmente la academia de la Historia del Estado Zulia.
Hoy
Los Puertos de Altagracia, en la costa oriental del Lago de Maracaibo, ubicada
un poco más al norte que la ciudad de Maracaibo, durante la colonia muy pronto
fue sitio de paso de viajeros, por lo cual su situación seguramente permitió a
los habitantes de la Villa de Altagracia conocer diversos personajes y
enterarse más pronto que en otros lugares de acontecimientos del antiguo y del
nuevo mundo –como la situación de España por las pretensiones de Bonaparte, la
independencia de Estados Unidos de Norte América, la revolución francesa, la
lucha e independencia de Haití y los levantamientos ocurridos en Nueva Granada
y Venezuela; igualmente facilitó el acceso a algunos periódicos y documentos,
entre ellos los Derechos del Hombre y del Ciudadano, los cuales habían sido
traducidos por el neogranadino Antonio Nariño, quien estuvo allí de paso hacia
1797, fugado de la prisión española a donde había sido confinado por sus
actividades subversivas y de paso para Santa Fé de Bogotá.
Escudo Heráldico de la ciudad de Maracaibo,
otorgado por el Rey de España Felipe IV
como símbolo de honor y señorío
por real cédula del 20 de junio de 1634.
El texto "muy noble y leal"
es el título otorgado a la ciudad de Maracaibo
el 21 de marzo de 1813 por la Corte General
y Extraordinaria de España en virtud de que la ciudad
no se adhirió al movimiento independentista de 1810;
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Los
antecedentes de la lucha republicana en estas tierras de occidente,
aprovechando el aislamiento geográfico de la región central de Venezuela y la
disidencia republicana de los marabinos en favor de la corona española, ya lo
refleja su escudo de armas del Cabildo “como muy noble y leal”
respecto a las autoridades españolas, Maracaibo se convierte en pieza clave del
sistema logístico de las fuerzas españolas con el apoyo de La Habana y San Juan
de Puerto Rico. Es posible que el pueblo llano estuviera en franca y desafiante
creencia en la libertad de Venezuela, esperando para actuar pero con escasas
sublevaciones, además del intento de Francisco Javier Pirela y el levantamiento
de la Escuela de Cristo, en la cual participaba el hermano de Ana María Campos.
Hija
de don Domingo José de Campos y Perozo de Cervantes y doña María Ana Cubillán
de Fuentes y Vera, partidaria desde muchacha de las ideas libertarias en contra
la monarquía española, de familia aristocrática de la región zuliana, muy a
pesar de poseer Ana María una educación tradicional de su época, donde las
mujeres de clase se dedicaban a las labores de esposa, madre y a la iglesia, la
heroína zuliana se destacó en los altos círculos sociales, Ana María, sin
embargo era de un firme espíritu revolucionario de los escritos y pensamientos
liberales del llamado ‘Siglo de las Luces’, militante de los principios de la
igualdad, libertad y fraternidad que la inspirarían a resistir el
contragolpe realista de los años 1821-1823. Durante la ocupación realista
del Lago de Maracaibo por el temido Mariscal de Campo Español, Francisco
Tomás Morales, quien al oír de sus actividades revolucionarias la mandaría a
detener en el año 1822. Ana María fue acusada de haber organizado
numerosas reuniones clandestinas de carácter republicano, y de habérsela oído
decir durante una de ellas, "Si Morales no capitula, monda" – monda-
que en el dialecto castizo marabino quiere decir: …se cansa en su afán, en su
empeño… -Si no se rinde, se quedará cansado en su afán- Ese era el mensaje de
la prócer zuliana Ana María Campos.
Conducida
ante Morales e interrogada personalmente por el oficial Español, Campos le
confiesa haber sido la autora de dicha afirmación, que ya se había convertido
en dicho popular muy repetido por las calles de Maracaibo, y al negarse a
presentar disculpas estas fueron sus palabras:
«He
dicho, señor, que dada la justicia de los patriotas americanos, los poderosos
recursos con que cuentan, la actitud imponente del intrépido Padilla y el cerco
de acero que por doquier os amenaza, si Usía no capitula, monda… los patriotas
son ya vencedores en toda Venezuela y dentro de muy poco lo serán en Maracaibo,
por agua y por tierra».
Morales
la condena a ser flagelada públicamente siendo conducida descamisada por las
calles de Maracaibo a espaldas de un burro - en vez de a caballo, como señal de
oprobio. Este suplicio fue acompañado por los latigazos del verdugo Valentín
Aguirre, quien después de cada azote le preguntaba si quería disculparse a
Morales, a lo que la valerosa altagraciana respondía en alto, “Morales, si
no capitula, monda”, vapuleada públicamente y semidesnuda por las
calles de Maracaibo, el 18 de junio de 1823, seguida por un par de soldados
españoles, hasta que cayó exánime y fue conducida a prisión; según la costumbre
de la época, estos castigos eran públicos, para que cumplieran su papel de
escarmiento o de lección ejemplarizante, que atemorizara a potenciales
seguidores.
La
costumbre de las autoridades de la monarquía española de aplicar latigazos,
estaba destinada a las mujeres, para los hombres estaba reservada la ejecución
sumaria sin juicio, y la no menos tormentosa y convincente desmembración y
fritura de cabeza en aceite, para evitar el riesgo de una nueva propagación de
las ideas libertarias.
Ana
María soportó el martirio bravamente, lamentablemente el deterioro ocasionado a
su cuerpo le costó la vida, muere a sus treinta y dos años de edad, no sin
antes contemplar la victoriosa Batalla Naval del Lago de Maracaibo el 24 de
julio de 1823, la cual selló la independencia de la Provincia de
Maracaibo y que obligó a Morales a la capitulación, colmando sus aspiraciones
de libertad de su terruño.
José Luis Reyes Montiel.
Bibliografía consultada,
Bibliografía consultada,
- Langue, Frédérique (2000). ARISTOCRÁTAS, HONOR, Y SUBVERSIÓN EN LA VENEZUELA DEL SIGLO XVIII. Caracas: Academia Nacional de la Historia. Wikipedia, Enciclopedia Libre.
- Nagel von Jess, Kurt (1969). ALGUNAS FAMILIAS MARACAIBERAS. Maracaibo: La Universidad del Zulia. Wikipedia, Enciclopedia Libre.
- Oldenburg, Christian (1970) La Villa Altagraciana y su comarca. Distrito Miranda, estado Zulia, República de Venezuela. Diversa relación correspondiente a 470 años, desde 1499 hasta 1969.
- Martínez, María de Jesús “Jesusita” (1970-1976). SUS CHARLAS DE HISTORIA, CUENTOS y TRADICIONES DEL ZULIA. Maracaibo: Colegio San Vicente de Paúl.
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